La valedora del pueblo, María Dolores Fernández, destacó la importancia de abordar las políticas públicas relativas a las personas mayores desde un enfoque basado en los derechos y no en los estereotipos edadistas. Lo hizo el pasado viernes en su intervención en el Congreso Internacional de Geriatría y Gerontología, que tuvo lugar en Santiago de Compostela.
Explicó que, históricamente, el derecho ha ignorado a la edad como causa de discriminación. Esta diferencia de tratamiento viene dada, en parte, por asumir que el valor de las personas decrece a medida que pasa el tiempo. De hecho, la valedora resaltó que todavía no tenemos un convenio internacional para paliarla, a diferencia de lo que sucede con otros factores de vulnerabilidad como el sexo o la discapacidad. Frente a una óptica marcada por los prejuicios edadistas, que considera a las personas mayores como prescindibles, la valedora manifestó la necesidad de garantizar sus derechos, «para lo cual es preciso, como presupuesto ineludible, tener una representación realista del alcance de las desventajas que padecen».
La comisionada del Parlamento de Galicia resaltó la importancia de considerar la dimensión de género de esta segregación, pues las mujeres son mayoría en este colectivo como consecuencia de su esperanza de vida. Con todo, cuentan con una posición más vulnerable, pues son ellas quienes se encargan de los cuidados familiares a lo largo de la vida, incluida la vejez. Este rol de cuidadoras, unido a la discriminación en el empleo, también ocasiona que tengan unas pensiones más reducidas. La situación socioeconómica precaria, la discapacidad o, en el caso de Galicia, la ruralidad son, a juicio de la valedora, otros elementos que inciden en la discriminación interseccional.
La mesa estuvo moderada por Raimundo Mateos y en ella intervinieron Vânia de la Fuente y Andrés Losada.
