El pasado 13 de abril se conoció por los medios de comunicación a situación de una persona con diversidad funcional en el contexto del confinamiento decretado por la crisis sanitaria del COVID-19. Debido a sus circunstancias la persona tiene la necesidad de salir acompañada a la calle, ante lo que alguna persona reaccionó increpándola a ella y su acompañante, la madre. Esta pone la tilde en su radical negativa a identificar por medio de cualquier tipo de signos a la persona por su diversidad.
Al respecto la Valedora do Pobo cree necesario dejar constancia firme de que las diferentes medidas legales, protocolos y recomendaciones relacionadas con la crisis sanitaria del COVID-19 deben interpretarse de tal manera que en ningún caso supongan la vulneración de los derechos y/o lo menoscabo de la dignidad de las personas con diversidad funcional.
En este sentido, las niñas, los niños y en general todas las personas con alteraciones conductuales a las que el confinamiento afecte negativa y significativamente tienen el derecho a deambular por los espacios públicos cumpliendo las medidas precisas y proporcionales para prevenir dentro de lo posible los contagios.
Es necesario hacer un llamamiento a toda la sociedad para que se respete el citado derecho, y también a las autoridades de las diferentes administraciones para que lo hagan respetar.
Debe quedar patente que se descarta cualquier medida de identificación externa de las personas con diversidad funcional, puesto que resultaría claramente lesiva de sus derechos y un ataque intolerable su dignidad.
Santiago de Compostela, a 15 de abril de 2020.