Celebrar el pasado, planificar el futuro, uno de los temas de mayor impacto en las celebraciones de NU del 8 de marzo, en 1996, sigue estando más vigente que nunca en un momento en donde se confirma la construcción de un futuro donde la igualdad de género está suponiendo la mayor transformación colectiva para la humanidad en este siglo XXI.
Es imprescindible destacar la importancia de tener en cuenta y atender a las situaciones de discriminación por razón de género en las mujeres tradicionalmente dejadas al margen. Desde la Valedora do Pobo apostamos por un criterio de la interseccionalidad que vincula y reconoce las causas que producen esas diferencias de clase, raza, género…porque si no se identifican, no se pueden combatir las vulneraciones de los derechos de las mujeres que están en los márgenes. Es preciso situarlas en el centro de las políticas públicas: mujeres con adicciones, migrantes, con discapacidad, rurales, de etnias minorizadas, mujeres con vulnerabilidad económica, monomarentales, trans, sometidas a trata, sufridoras de violencia de género…y hay que hacerlo como un ejercicio central delas instituciones que tenemos el deber y la misión de defender los derechos humanos.